La tendencia en algunas aplicaciones con problemas de calor es ir a conseguir lo que se conoce por UV frío . Se trata de obtener la máxima radiación UV posible en el soporte a curar, evitando - bien con filtros de cuarzo, espejos fríos u otro efecto dicroico - la máxima radiación de infrarrojos posible en el sustrato a polimerizar. De esta manera se intenta calentar lo mínimo posible el soporte

Los reflectores están compuestos básicamente de aluminio. En el aluminio cuanto más rica sea su pureza mayor es el poder disipación o de transmisión del calor. No obstante unos de los tratamientos que se aplica en el interior del reflector es el pulido y el anodizado de plata, pero este último con el tiempo pierde reflexión al matizarse.

No todos los tratamientos o anodizados permiten reflejar la radiación ultravioleta, por esta razón siempre es de gran importancia tener un reflector que por el tratamiento o dispositivos que lleve, nos refleje la mayor cantidad de radiación posible siempre en la longitud de onda ultravioleta.

Actualmente se recubre el interior de la parábola de láminas de aluminio reflectantes ya tratadas, las cuales pueden llegar a dar una reflexión total del 94% y solo una reflexión difusa del 6%. Estas láminas anodizadas-reflectantes de aluminio para UV son fácilmente intercambiables. La novedosa incorporación de estos espejos fríos nos permite obtener un efecto dicroico y reflejar más de un 95% de UV y un mínimo porcentaje de infrarrojos.